El Islam exhorta al matrimonio y lo contempla
como una de las relaciones más nobles, tanto que lo considera la Tradición
(Súnnah) de los profetas.
El Islam detalla las normas del matrimonio y sus
condiciones, así como los derechos de ambos cónyuges, para garantizar la
continuidad y estabilidad de esta relación y formar una familia exitosa, en un
hogar donde los hijos crezcan en la rectitud, estabilidad emocional y
prosperidad en todos los ámbitos de la vida.
Estas son algunas normas relativas
al matrimonio:
El Islam pone condiciones a los dos contrayentes
para que su matrimonio sea válido.
Las
condiciones para la esposa:
- Debe
ser musulmana o de la gente del Libro (judía o cristiana) creyente en su
religión; aunque el Islam nos insta a buscar una esposa que sea religiosa
y preferentemente musulmana, puesto que será la madre que educará a
nuestros hijos en la rectitud y el bien. Dijo el Profeta (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él): “Cásate con la mujer religiosa y serás
feliz” (Al Bujari, 4802; Muslim, 1466).
- Que
sea decente y casta, puesto que es ilícito casarse con una mujer conocida
por ser promiscua y obscena, tal como dijo el Altísimo: “Y (se les ha
permitido casarse con) las mujeres recatadas de entre las creyentes y las
recatadas de entre aquellos que recibieron el Libro antes que ustedes
(judíos y cristianos)” (Corán 5:5).
- Que
no sea una mujer pariente, de la familia del pretendiente, de las que le
son ilícitas para casarse de forma permanente, tal como se explicó
anteriormente (ver página 205).
Las condiciones relativas
al esposo:
Es requisito indispensable que el cónyuge sea
musulmán; el Islam no permite que la mujer musulmana se case con un no musulmán
independientemente de su religión; de la misma forma, el Islam aconseja a la
mujer que acepte casarse con el pretendiente si cumple estas dos
características:
- Rectitud
en los principios religiosos.
- Buen
carácter.
Dijo el Mensajero de Allah (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él): “Si un hombre de buena espiritualidad y buen
carácter pide en matrimonio a su hija, acéptenlo” (At-Tirmidhí 1084 e Ibn Máyah
1967).